domingo, julio 16, 2006

Sudarios.

Cuando pienso
en palabras,
pienso en ojalillos.

Cuando pienso
en ojalillos,
pienso en el sueño
que soñé ayer.

Cuando pienso
en el sueño,
pienso en que extraño
el sueño,
porque estabas ahí.

Me besabas,
te besaba,
mientras todos miraban la película.
Luego nos miraban
y no importaba
porque a mí no me importaba.

Y te llamaron,
fuiste.
Esperé a que vuelvas
pero desapareciste.

Te busqué,
te busqué.
Ya no estabas.
Mierda.
“¿Dónde carajo está?”,
pensé.

Subí la escalera,
la bajé,
tiré hierba al piso,
y la levanté
y ya no estabas.